Las 3 profesiones inmunes e irremplazables ante la IA, según Bill Gates

Al hablar de avance y tecnología, implica mencionar el nombre de Bill Gates. Considerado como un ejemplo de innovación, el cofundador de Microsoft suele referirse a temas que captan el interés, como el de la revolución de la inteligencia artificial (IA).

¿Por qué la IA genera miedo?

Existe un temor desde que la IA hace parte de la cotidianidad y es que, en algún momento, la herramienta tecnológica llegue a reemplazar al ser humano.

Si bien es cierto que la razón de las personas es única, con la IA se ha demostrado que puede que se transforme el estilo de vida y, por ende, haya profesiones que no tengan el mismo impacto en la sociedad.

En efecto, Gates se refirió a los campos de estudio que desde su análisis la IA no podrá entrometerse.

¿Cuáles son las 3 profesiones irremplazables por la IA?, según Bill Gates

A través del escenario web Gates Notes, el filántropo estadounidense compartió su postura respecto a las profesiones y la inteligencia artificial.

Desde su pensamiento, son tres los enfoques de estudio que resultarán siendo irreemplazables por la innovación tecnológica. “Si hoy tuviera que empezar de nuevo, elegiría uno de estos tres campos”, aseguró.

Así las cosas, dichos campos de estudio son: programación, biología y energía.

¿Por qué la programación, bilogía y energía no pueden ser reemplazadas por la IA?

Por el lado de la programación, Gates sostiene que la IA tiene la capacidad de escribir un código, pero, aun así, demanda de una supervisión humana para que quede bien.

En cuanto al campo de la biología, responde que en la búsqueda de contribuir a la salud en el mundo, los humanos son irreemplazables en el sentido de que la biología es una ciencia que se acomoda al tiempo actual y por más avance que se demuestre con la IA, no hay posibilidad de que se sustituya la experiencia y el criterio de un biólogo al abordar la crisis de salud o al crear soluciones específicas para cada situación.

Por último, el sector energético requiere de complejidad, en especial si se trata de la transición de energías.

Por ende, aunque la IA contribuye a hacer más eficientes los procesos energéticos, aún no puede sustituir la creatividad ni el juicio humano necesarios para enfrentar los retos de la sostenibilidad.