Muere influencer de 29 años que documentaba su lucha contra el cáncer
La joven tenía un extraño cáncer y, dos semanas antes de morir, subió su último video en el que le hizo una petición a sus seguidores.
El pasado lunes 27 de octubre falleció la creadora de contenido digital estadounidense Kaelin Bradshaw a casusa de un cáncer que afectaba sus vías biliares, enfermedad que documentó en sus redes sociales hasta dos semanas antes de su deceso.
La noticia del fallecimiento fue confirmada por el esposo de la influencer, Austin Bradshaw, en un video publicado en la cuenta oficial de TikTok de la creadora digital.
Un clip en el que el hombre recuerda a su mujer como una luchadora que estaba dispuesta a hacer todo lo posible por ganarle la batalla al cáncer. Lamentablemente, en palabras del hombre, la enfermedad progresó más allá de la capacidad de su cuerpo.
Otro familiar que se pronunció en las redes por la triste noticia fue el papá de Kaelin, Mark, quien decidió agradecer a los seguidores por todos los mensajes de apoyo y fortaleza que les han enviado, pues sí que los han necesitado.
¿Cuál fue el último video que publicó Kaelin Bradshaw en su TikTok antes de morir?
El 16 de octubre, Kaelin publicó su último video en la red social que tanto le había dado y en la que estuvo documentando cómo vivía su enfermedad y sus últimas semanas con vida.
Se trata de un clip en el que les agradece a sus seguidores por el apoyo y les pide que no dejen de apoyarla en la campaña que tiene para recaudar fondos para sus gastos médicos.
Bradshaw también había estado explicando cuál era la enfermedad que sufría: colangiocarcinoma, un tipo de cáncer muy extraño que ataca los conductos biliares y que suele detectarse en etapas muy avanzadas.
“La vida tiene una manera de ponernos a prueba cuando menos lo esperamos” expresó la famosa estadounidense en una de sus publicaciones.
¿Qué se sabe del cáncer que sufría la influencer de 29 años que falleció?
El colangiocarcinoma es un tipo de cáncer poco frecuente que se forma en los conductos biliares, los canales que transportan la bilis desde el hígado hacia el intestino delgado. Dependiendo del lugar donde aparezca, puede clasificarse como intrahepático (dentro del hígado), perihiliar (en la unión de los conductos) o distal (cerca del intestino).
Suele avanzar lentamente, pero en muchos casos se detecta cuando ya está en etapas avanzadas. Entre sus síntomas más comunes están la ictericia, el dolor abdominal, la pérdida de peso inexplicable, el picor en la piel y el cambio de color en la orina o las heces.
Entre los factores de riesgo se encuentran las enfermedades hepáticas crónicas, algunas infecciones parasitarias, los cálculos biliares y ciertas malformaciones en las vías biliares. El diagnóstico requiere estudios de imagen y, a menudo, una biopsia para confirmar la presencia de células cancerígenas.
Los tratamientos incluyen cirugía, quimioterapia, radioterapia o, en algunos casos, trasplante de hígado. A pesar de ser una enfermedad poco común, el colangiocarcinoma es considerado uno de los cánceres hepáticos más agresivos, por lo que la detección temprana resulta fundamental para mejorar las posibilidades de éxito del tratamiento.
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