¿Por qué no debes ducharte justo después de entrenar? Esto dicen expertos
Los expertos recomiendan esperar al menos 15 minutos antes de ducharse tras ejercitarse para evitar riesgos cardiovasculares y circulatorios.
Aunque muchas personas sienten la necesidad inmediata de darse una ducha tras el ejercicio, los especialistas advierten que hacerlo sin esperar un tiempo prudente puede ser contraproducente para la salud.
¿Por qué no es recomendable bañarse justo después de entrenar?
Durante la actividad física, la temperatura del cuerpo se eleva de manera significativa, los músculos se calientan y las articulaciones trabajan con mayor intensidad. Si en ese estado el organismo es sometido de golpe a un cambio brusco de temperatura con el agua, se generan alteraciones que podrían afectar la circulación, la piel e incluso el corazón.
La transpiración, aunque incómoda, cumple una función vital en este proceso pues ayuda a liberar toxinas y regula el calor corporal. Al interrumpirla de inmediato con una ducha, se dificulta que el cuerpo finalice su ciclo natural de recuperación tras el esfuerzo físico.
¿Cuánto tiempo se debe esperar antes de ducharse?
De acuerdo con las recomendaciones de los expertos en actividad física, el tiempo ideal para ingresar a la ducha es de 15 a 20 minutos después de haber terminado la rutina deportiva para que el organismo regrese poco a poco a sus niveles normales de temperatura y ritmo cardíaco.
En el caso de personas con antecedentes de hipertensión, enfermedades cardiovasculares o problemas circulatorios, los especialistas sugieren esperar incluso hasta 30 minutos antes de ducharse. De esa manera se minimiza la posibilidad de que el cambio repentino de temperatura desencadene complicaciones más graves como infartos o accidentes cerebrovasculares.
¿Qué hacer después de entrenar para reducir este tipo de riesgos?
El enfriamiento del cuerpo es tan importante como la rutina y existen varias acciones que pueden realizarse mientras llega el momento adecuado para ducharse, como hidratarse con agua para reponer líquidos, practicar estiramientos suaves que reduzcan la tensión muscular, y realizar ejercicios de respiración que ayuden a regular la frecuencia cardiaca.
Además, se recomienda usar ropa ligera que favorezca la ventilación, evitando prendas que mantengan el sudor atrapado en la piel y esperar unos minutos antes de ingresar a la ducha tras hacer ejercicio como medida de cuidado integral.
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