¿La keratina daña el cabello? Esto es lo que revelan los expertos sobre el tratamiento

La keratina se ha convertido en el tratamiento estrella en muchos salones. Su promesa de suavidad, brillo y un cabello sin frizz suena irresistible. Pero no todo lo que brilla es oro: la clave está en conocer bien lo que te aplicas y cómo lo haces.

Aunque este componente es beneficioso, no todos los productos que la contienen son iguales.

¿Puede la keratina causar daños en tu melena?

Sí, pero no por la keratina en sí. El riesgo aparece cuando algunos tratamientos incluyen sustancias químicas agresivas como el formol. Este componente, al combinarse con el calor de las planchas, puede debilitar la hebra capilar e incluso provocar quiebre. Además, si tu cabello ya está maltratado, el daño podría ser mayor.

¿Qué tipo de keratina deberías elegir?

Lo más importante es optar por una fórmula libre de formol o derivados. En el mercado existen versiones más naturales y menos invasivas. Siempre es buena idea acudir a un profesional de confianza que evalúe tu tipo de cabello y recomiende el tratamiento más conveniente para ti.

¿Cómo cuidar tu cabello después de usar keratina?

Una vez realizado el procedimiento, empieza el verdadero reto: el mantenimiento. Necesitarás incluir productos hidratantes en tu rutina y, sobre todo, proteger tu cabello del calor excesivo. El uso de protectores térmicos antes del secador o la plancha es fundamental para mantener la estructura capilar intacta.

¿Con qué frecuencia se debe aplicar keratina?

Aunque es tentador repetir el tratamiento seguido para conservar ese look perfecto, lo ideal es espaciar las aplicaciones. Hacerlo muy seguido puede saturar el cabello, hacerlo pesado y propenso a romperse. Deja pasar algunos meses entre una sesión y otra, y permite que tu melena respire.

¿La keratina es para todos los tipos de cabello?

En general, sí, pero siempre se debe evaluar caso por caso. Cabellos finos, muy procesados o con daños severos deben ser tratados con especial cuidado. En estos casos, lo más recomendable es optar por opciones más suaves o postergar el tratamiento hasta que el cabello esté más fuerte.

La keratina puede ser una gran aliada para transformar tu melena, siempre que la uses con responsabilidad. El secreto está en la elección del producto, la forma de aplicación y el cuidado posterior. Así, podrás disfrutar de un cabello sano, brillante y sin sorpresas desagradables.