Esto es lo que se debe hacer para que un perro duerma en su propio espacio

Los perros se caracterizan por dormir mucho para recuperar energías y así poder jugar durante todo el día, pero pasa que hay caninos que no descansan en su propia cama y lo hacen en las habitaciones de sus dueños u otros espacios.

Aunque a los perros hay que darles amor, es indispensable que también comprendan que dependiendo del hogar hay unas normas establecidas, como, por ejemplo, el descanso en su propia zona. Para los expertos, desde un principio hay que poner las exigencias a las mascotas, ya que de no ser así puede que se generen confusiones en el animal.

¿Cómo hacer que un perro duerma en su propia zona de descanso?

En vista de lo anterior, El Español consigna que existen diferentes formas de lograr hacer que un perro duerma en su propia zona, iniciando por buscándole un colchón agradable. A renglón seguido, se debe evitar los gritos o regaños, si no que más bien se puede entrenar al canino para que aprenda a identificar el momento del descanso en su espacio.

Otra alternativa es esconder dulces o premios en el colchón del perro para que este los busque, pero lo esencial es no forzar al canino a que permanezca allí porque así no funcionan las cosas.

Pasos para lograr que un perro duerma en su propio espacio

Ahora bien, el escenario digital Un Cómo precisa que la zona de descanso de un perro debe adaptarse a su tamaño, y si el anterior ejercicio de las golosinas no funciona, se puede complementar con las estrategias enunciadas a continuación:

• Acercarse al lugar del descanso con el perro y demostrarle que es un espacio agradable, se le puede dejar un premio allí.
• Lograr un comando con el canino. Repetir la palabra "dormir" y darle cariño, haciendo que la mascota se levante y vuelva a acostarse en el mismo lugar.

Para terminar, no está de más recordar que, como se dice popularmente, "la práctica hace al maestro", así que los ejercicios para que un perro duerma en su propia zona deberían repetirse hasta que llegue el día en el que el peludo lo normalice y adopte en su rutina.