Este es el significado que tiene una persona cuando le gusta viajar mucho
Un estudio se enfocó en decir la personalidad que tienen aquellos que disfrutan viajar de manera constante.
En el mundo hay distintas personalidades y una de ellas es de aquellos sujetos que viajan sin parar. Desde la psicología, hay un significado para las personas que se la pasan de territorio en territorio.
Al viajar, se aprenden nuevas culturas y se conocen sitios que no solo están en las películas, así que hay un análisis para quienes les gusta mucho viajar.
¿Cuál es la personalidad de una persona que viaja mucho y qué significa?
A través de un estudio publicado en la revista académica Journal of Positive Psychology, (Revista de Psicología Positiva, en español), viajar es mucho más que la simple experiencia, puesto que se le atribuye un favorecedor impacto en la salud mental.
En la publicación, se consigna que es posible rastrear la felicidad a través del registro de recuerdos y vivencias relevantes. A partir de ello, se comparte el significado de cuando a una persona le gusta viajar mucho, relacionado con la personalidad con base en el estudio psicológico.
Sin más detalles, una persona que viaja mucho tiene relación con el significado de una gran receptividad a nuevas experiencias, a la vez que se asocia con el crecimiento personal.
Sumado a lo anterior, se trata de personas que se aventuran y, por ende, se enfrentan a lo desconocido, por lo que el miedo no los caracteriza mucho.
¿Qué más significados hay para las personas que viajan mucho?
Según Thomas D. Gilovich, investigador de la Universidad Cornell en Estados Unidos, las experiencias enriquecen más y dejan una huella emocional más duradera que los bienes que se poseen; de allí que muchos ahorran para viajar en vez de tener lujos materiales.
En la misma línea, el investigador comentó que no hay un modelo de viaje que sea el ideal para llevar a cabo, pero independientemente del que sea tienden a generar un efecto positivo en lo relacionado con la salud mental y psicológica.
Sin embargo, la solución no está en irse al otro lado del mundo, gastar muchas sumas de dinero o visitar la mejor isla, sino, más bien, por más pequeño que sea el paseo, el impacto de bienestar emocional es lo que prima.
Cada quien tiene una razón para emprender un viaje, sea el que sea, y entre las más comunes se encuentran:
- El deseo de conocerse a sí mismo a través del contacto con lo nuevo.
- La curiosidad por explorar culturas distintas y modos de vida diferentes.
- La necesidad de romper con la rutina diaria y desconectarse de lo habitual.
- El impulso constante de descubrir lo desconocido.
- El gusto por enfrentar retos, vivir aventuras y superar límites.
- La búsqueda de autenticidad, libertad personal y sentido propio.
- La intención de construir recuerdos significativos y reunir historias dignas de ser contadas.