¿Dónde queda el Fin del Mundo en Colombia? Descubre cómo llegar a esta joya natural

Imagina un lugar donde el agua cae en un abismo de más de 70 metros, donde la selva amazónica abraza cada rincón: así es la Cascada del Fin del Mundo, en el corazón del Putumayo. Lejos de cualquier escenario apocalíptico, este paraíso es un santuario natural donde la vida florece con intensidad.

¿Qué secretos esconde el camino hacia el Fin del Mundo?

Partiendo desde Mocoa, la capital del Putumayo, a apenas seis kilómetros, se despliega un sendero que invita a la aventura. El trayecto comienza con un puente colgante que atraviesa el río Mocoa y se adentra en un camino donde la humedad y la vegetación se sienten en cada paso. La ruta está custodiada por la familia Huaca, quienes ofrecen:

• Caballos para quienes prefieren no caminar.
• Botas de caucho para protegerse del barro.

¿Cómo se vive la experiencia del Fin del Mundo?

El ascenso no es un reto agotador, sino una invitación a conectarte con el entorno. En el camino, pequeños puestos ofrecen desde café hasta fruta fresca para recargar energías.

Mientras se habilitaba el sendero, emergieron grandes piedras dispuestas en líneas ordenadas, de origen incierto. Algunos creen que son vestigios ancestrales, otros que son más recientes, pero lo cierto es que estas rocas le dan un aire místico al recorrido, un puente entre la historia y la naturaleza.

¿Qué encontrarás al llegar a la cascada del Fin del Mundo y sus alrededores?

Después de aproximadamente una hora caminando, aparece un pozo natural llamado Pozo Negro, con aguas tranquilas y profundas que invitan a un baño reparador. Más adelante, la imponente Cascada del Almorzadero te espera con su caída de hasta tres metros de profundidad.

En el recorrido también puedes visitar:

• Pozo de la Danta, famoso por sus aguas cristalinas y su lecho lleno de coloridas rocas.
• Pozo Golondrina, con una caída de 7 metros, ideal para nadar y refrescarte en medio de la selva.

¿Cómo planear tu visita al Fin del Mundo?

Desde Bogotá, tienes dos opciones:

• Viajar en bus hasta Mocoa (aproximadamente 12 horas).
• Tomar un vuelo de una hora y media hacia Villagarzón o Puerto Asís.

Luego, un transporte local te acercará hasta la vereda San José del Pepino, donde comienza el sendero. La entrada tiene un costo de 30.000 pesos por persona y se recomienda hacer reserva para garantizar el ingreso, ya que el acceso puede cerrarse por mantenimiento.

La magia del Fin del Mundo va más allá de una cascada: es la historia de una tierra que renace entre verdes intensos y el canto de las aves, una aventura donde la naturaleza y la cultura del Putumayo se unen para regalarte una experiencia inolvidable.