¿Cómo afrontar una mudanza? Emociones porque Emiro Navarro se fue de Barranquilla

En el mundo de la farándula, es común que se presenten casos en los que los famosos deben partir de un lugar a otro, ya sea por ofertas laborales u otras índoles.

¿Emiro Navarro ya no va a vivir en Barranquilla?

Entre lo más nuevo, el influencer y exparticipante de La casa de los famosos Colombia Emiro Navarro sorprendió al decir que se va de Barranquilla. Mediante redes sociales, el creador de contenido costeño indicó que va a vivir en otro lugar, así que una buena cantidad de personas se identificaron porque irse de un lugar no es una tarea fácil.

En ese orden de ideas, es importante abordar el tema de la mudanza, puntualmente en el sentido de cómo afrontar el hecho de ir de un lado al otro debido a que puede generar malestares emocionales. Por ejemplo, en el caso de Emiro, apareció llorando y muy nostálgico.

¿Cómo afrontar una mudanza a nivel emocional?

Mudarse no solo es cambiar de recinto, sino que puede ir más allá y afectar seriamente a una persona. De hecho, hay algo que se cataloga como la psicología de la mudanza.

De acuerdo con el blog Chess Moving, una mudanza puede provocar emociones de diferente índole, en especial ansias y nostalgia. Por lo tanto, hay que saber afrontarlo a través de diferentes tips o consejos como:

• Admitir las dificultades y las dudas que surgen al cambiar de lugar de residencia.
• Enfocarse en las posibilidades y las nuevas etapas que se abren.
• Asumir el cambio como motor del desarrollo interior.
• Nutrir el alma con cada nuevo comienzo.

¿Cómo tomar la decisión de mudarse?

Hay un término que algunos usan y es el de adoptar la responsabilidad de tomar una decisión. El mencionado escenario web consigna que la toma de decisiones está estrechamente vinculado a los valores y temores de cada quien, de modo que conlleva abordar el tema de saber soltar.

En esa vertiente de saber soltar la mudanza, ordenar no es solo una tarea práctica, sino también un acto mental de desapego. Asimismo, recordar que los recuerdos viven en la mente, más no en los objetos que se conservan o hay que dejar.