¿Aparición de quistes en los ovarios? Estos son los principales síntomas

Los ovarios son propensos a presentar crecimientos anormales, los cuales son denominados quistes. Estas protuberancias, a diferencia de los tumores, están llenas de fluidos semisólidos y pueden afectar a las dos glándulas sexuales.

Recordemos que los ovarios se encuentran en la parte baja del abdomen y tienen la función de producir estrógenos y progesterona (hormonas), los cuales se encargan del correcto funcionamiento de los órganos sexuales de la mujer.

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Existen diferentes tipos de quistes, sin embargo, los más comunes son los funcionales, que afortunadamente, son los más sencillos de tratar.

Quistes funcionales

La causa de los quistes funcionales es la ovulación, pero su aparición indica que algo no marcha bien. Estos quistes están compuestos por óvulos no liberados. Otros quistes funcionales aparecen a la salida de la célula.

Los quistes funcionales son más comunes en mujeres con inconvenientes hormonales, infecciones pélvicas o quistes previos.

Otros tipos de quistes

No todos los quistes que crecen en los ovarios son consecuencia de las hormonas o del ciclo menstrual, como sucede con teratomas, endometriomas y cistoadenomas.

Principales síntomas para tener en cuenta

Algunas mujeres pueden presentar crecimiento en los ovarios sin darse cuenta. Los malestares suelen estar asociados al mayor tamaño de los quistes.

Los quistes de mayor tamaño pueden producir los siguientes síntomas:

• Dolor pélvico o malestar en la espalda baja.
• Sensación de plenitud o hinchazón en la zona baja del abdomen. En ciertas ocasiones es más pronunciado a un solo lado.
• Dolor mientras se tienen relaciones sexuales vaginales.
• Menstruación muy dolorosa.

Si bien es cierto que, en un número elevado de casos los quistes no requieren mayor tratamiento, existen ocasiones en las que los profesionales en salud pueden indicar el uso de pastillas anticonceptivas, para que las hormonas que estas aportan eviten nuevos crecimientos.

Otros casos más severos en los que los quistes presentan mayor tamaño, produciendo un gran malestar o, los que no desaparecen por sí solos, pueden ser removidos a través de una intervención quirúrgica.

Se pueden evitar problemas médicos, como torsiones ováricas o rupturas de los quistes, dos graves complicaciones que podrían resultar de los bultos de mayor tamaño.